Medina
La grandeza de la dinastía saadí
VISITA GUIADA
125 €
Visita guiada privada (reservados)
Tarifa familia/amigos
AUDIOGUÍAS
9 €
Haga el recorrido a su ritmo
Aplicación móvil (Android e IOS)
La grandeza de la dinastía saadí
Bienvenido a la Medina de Marrakech, auténtico tesoro del patrimonio marroquí y Patrimonio Mundial de la UNESCO. Sumérjase en el corazón de una ciudad donde la historia, la cultura y la artesanía se entrelazan en un entorno encantador.
La medina de Marrakech, fundada en el siglo XI por el rey almorávide Yusuf ibn Tashfin, es un verdadero testimonio de la rica y compleja historia de Marruecos. En sus orígenes fue un centro religioso y comercial que atraía a mercaderes y peregrinos de todo el país y más allá.
En el siglo XII, bajo la dinastía almohade, Marrakech experimentó un crecimiento espectacular. Se construyeron numerosos monumentos emblemáticos, como la mezquita Koutoubia. En este periodo también se desarrollaron los zocos, donde artesanos y comerciantes ofrecían multitud de productos, desde especias hasta tejidos.
Hoy en día, la medina de Marrakech es una vibrante mezcla de antiguas tradiciones y modernidad. Aunque ha sabido conservar su autenticidad, se enfrenta a retos como el turismo de masas y la necesidad de preservar su patrimonio. Patrimonio mundial de la UNESCO, sigue siendo un símbolo de la identidad marroquí.
Los bulliciosos zocos de la medina de Marrakech son una auténtica explosión de color y fragancia. Los artesanos exponen una amplia gama de creaciones, desde alfombras bereberes y cerámica hasta joyas y especias. Cada puesto cuenta una historia única, testimonio del saber hacer ancestral y de la riqueza cultural de la región. El arte del regateo forma parte integral de la experiencia, permitiendo a los visitantes interactuar con los vendedores y sumergirse en la dinámica del comercio local.
La Medina también alberga monumentos emblemáticos como la Koutoubia, famosa por su majestuoso minarete, así como el Palacio Bahía y las Tumbas Saadíes. Cada uno de estos lugares ilustra la belleza y diversidad de la arquitectura marroquí, al tiempo que ofrece una fascinante visión de la historia de Marrakech y sus dinastías.
La cocina marroquí es imprescindible en la medina. Platos como el tajine, el cuscús y las pastillas revelan sabores picantes y aromas encantadores. Los restaurantes y pensiones tradicionales ofrecen una experiencia culinaria auténtica, con recetas transmitidas de generación en generación.
La plaza Jemaa el-Fna de Marrakech es el corazón palpitante de la ciudad. Desde primera hora de la mañana, se llena de vendedores ambulantes, músicos y artistas. Al ponerse el sol, el ambiente se intensifica: se instalan fragantes puestos de comida que ofrecen sabrosos platos como kebabs y tagines.
Encantadores de serpientes y cautivadores cuentacuentos atraen a la multitud, creando una atmósfera vibrante y mágica. Las luces se encienden, los olores se mezclan y las risas resuenan, haciendo de esta plaza una visita obligada para todo aquel que visite Marrakech. Es un auténtico festival de sensaciones, donde empaparse de la cultura local y vivir momentos inolvidables.
Perla del sur de Marruecos, Marrakech cautiva a primera vista. Sus antiguas murallas, sus mezquitas con orgullosos minaretes y su vasta palmera inmersan al viajero en un encantador cambio de escenario.
La ciudad imperial se abre a una civilización diferente. Nunca te cansas de explorar sus suntuosos palacios, obras maestras de la arquitectura hispano-morisca, pasear por sus exuberantes jardines, tan poéticos al atardecer. Los laberintos de la medina son una invitación constante a perderse en una atmósfera embriagadora.
VISITA GUIADA
125 €
Visita guiada privada (reservados)
Tarifa familia/amigos
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9 €
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